Irse

Estoy triste y no es por tu huída, es por la mísma miatristeza de siempre, no la patológica,
la otra
la que me llueve de a montones y no la que está estancada como mar que se sostiene en el cuerpo
la otra
la que de a relámpagos me despierta un pulgar y me dice “estás vivo” pero no el relámpago que me hace vivir
la otra
la que me hace leer de corrido pero no entiende de poesías, ve borroso,
esa otra.
La que no distingue 
la que me aturde
me aplasta
la del capital 
la que me quiebra los huesos contra todas las máquinas existentes y por venir
la misma, la del laberinto que no entro
la que me rechaza, la que me mata, 
esa mismísima tristeza 
que por vos abandoné o acompañé en una breve lectura
la que se sentía dichosa de estar
la que no muere porque es indispensable
pero ahora
no soy ni indispensable ni soy poético ni me mata pero tampoco vive ni ve claro ni se estanca ni entra ni sale ni es relámpago ni viento ni es capital ni es de provincia ni de periferias ni aturde ni ensordece 
no hace nada
no dice nada
solo está ahí 
esa tristeza me tiene mal pero no por tu huída.
esta vez es la mía.


Yo había decidido fumar hace muchos años y los humos se habían impregnado en mi piel, en todas las prendas, en el mismísimo vaso que luego por las mañanas a burbujas muertas pasaba por agua, en los rincones de todas las habitaciones por las que había pasado, en los pajonales, en todos mis discursos políticos, éticos, estéticos, esotéricos, se recostaba conmigo y se levantaba más tarde, había llevado ese humo a los límites más remotos, a los lugares más incendiables, a los vientos más puros, sobre las ruedas del destino más cruel, por encima de los enfermos, sobre las bocas de mis amores, en las entradas de los duelos más dolorosos, en los cementerios por noches, en los balcones por los días, en las ausencias, en mi madre, con mi padre y de nada valía. El cigarrillo se había convertido en una parte extendida de mi corporalidad, en esa extensión en la que, como a los enfermos, deberían cortar para poder seguir recuperando las partes en las que no se había extendido la mutación de la contaminación, había que recortar por los lados todo tipo de registro sonoro en ese inhalar y exhalar que ajustaba mis pulmones en el rincón de la muerte, frente a la devastada vida.
Había comprendido para entonces que era mejor quitarme del medio, ese medio que se me presentaba como el mundo que tengo a mi posesión, ese eterno tanque basural al cuál le tiro insistentemente una comida de bencina, unas semillas de alquitrán, algunos restos de plásticos y no habían flores por crecer. De todas maneras él me dejaría más temprano o más tarde, lo presentía, tenía esa amargura como de mate mañanero que me avisaba en el fondo y por los frentes que una tarde de verano, muy previo al amanecer de las flores de cosecha me habría abandonado y yo estaría ahí, tirado en una plaza nuevamente esperando que se seque mi pantalón para poder sentarme en otra habitación e intentar no fumar porque se como es esto, uno comienza gustando, comienza por envolver de razones amorosas el intento de encender un tabaco, de razones lógicamente románticas, sistemáticas que también lo llenan a uno de condiciones dolorosas en el explicar cuándo se comenzó con este hábito, hablar de los gitanos americanos, de las rosas maravillosas, de ansiedades a veces y de angustias otras, de renegar por los precios, tragar un vaso de oscuridad y dejar el secreto guardado entre la lengua y los dientes que faltan. No había comprobado hasta ese entonces que la gente veía mis amuletos, mis cigarrillos, todos mis encendedores robados como una parte inanimada de mi cuerpo y entonces la relación matemática comenzaba, bastaba con pedirme que dejara de fumar en su balcón del piso 18 para pedirme que baje a la calle y que no vuelva con ese aroma de arrabal o que una relación amorosa debería terminar porque el humo se pegaba a los ojos y apenas se veían las palabras en esas revistas que algunas veces hablan de efemérides y otras veces de las cremas de aloe vera.

Entrando al aire

Perdón que utilice todos los medios disponibles al alcance de mi débil mano que te rodea los pómulos y que comience por descifrar esa minúscula magia que a granitos vas desnudando de una boca redondeada y azulada la verdad del mundo y es cierto, no es suficiente y te he oído hablar al respecto, siempre fuiste un poco franco cuando de heridas o verdades, que es lo mismo, se habla. Pero creo que tenemos que hablar de un indescifrable texto que no has leído, esa amargura vana, siempre me ha costado dejar las cenizas del puro sobre la curbeante mesa, pero de otras cenizas de las que no pudimos hablar son las de los cuerpos rondeantes, ese suave y volátil. Que cosa misteriosa.

sabes

Si al menos me quedara un rastro de belleza si al menos compartirías conmigo esta tarde aunque así virtualmente fuese por los parques que están amarillos ah si me cebarías un mate dulce sanaría tanto esta peste al menos por un ratito ya sabes nunca exijo mucho solo un mate un pancito tibio al menos y un beso soy humilde no quiero pedirte nada pero ese humilde reino lo doy sabes? bueno a lo mejor no pero sería necesario decírtelo porque esto está complicado y cada vez más y hablo de mis sentimientos no de la correlación de fuerzas de los socialistas ni del ministro de seguridad mucho menos de las nuevas noticias que informan que no hay más ministerio de salud esas cosas pasan vendrán nuevos gobiernos y construirán los más hermosos hospitales para los enfermos de amor como yo podamos recostarnos en una camilla y mirar firmemente el cielo razo un cacho de cielo blanco y morir ahí tranquilo sabes ? no no sabes pero te cuento porque ya esos amigos con los que bailaba tristemente en el medio del tedio recuerdas? ya no están se enojaron se mudaron murieron de alcoholismo o amor no conocí bien el diagnóstico pero ahora estoy solo y enfermo también como mis amigos y mis amigas ni que hablar tienen unas camionetas hermosas y giran por el mundo Sara a veces me manda fotos y a veces no quiero responderle que me gusta mucho ese libro de De Bry que se compró porque en realidad después no va a interpretar sus dibujos lo dejará tirado como dejó a León tirado dejara todo así siempre mi amiga Sara es tan despistada que decirle de eso no quiero responderle que la iglesia de Santa Sofía se parece a una de Isidro Casanova no quiero ser cruel no quiero que piense que me pongo triste por no viajar a europa ni porque mi vida sigue siendo la de un forastero que corre y se agazapa a las tribus para tenér un poco de amor un poco de compañia sabes ? un poco de orgullo me vendría bien sobre todos los días soleados en que los ojos se me notan de verdad y la miel va cubriendo al sol ya se es muy poético pero debo decirte un poco por que si otro poco por desesperación vayamos al parque olvidemos esos fantasmas juro que no voy a leerte mal no voy a interpretar tu poesía me interesaré solo en tu boca ya sabes es mi única adicción a lo mejor me veas desmejorado pero bueno el tabaco es más barato pero hace peor cada día y en enormes cantidades a lo mejor me veas con una gran barriga que a sorbos de alcohol la crecí pero no te olvides que ántes cuando eramos los dos solamente y por la puerta no entraba tu novio ni tu madre teníamos mucho tiempo para leer y me comentabas las aventuras del pirata de la barba eso me gustaba mucho capaz es por esa razón que ahora sólo me compro remeras con lineas horizontales que simulan tu presencia pero no es solo eso hay más todavía que mi adicción a tu boca mejor hablemos de tus ojos ese mar abierto de deslumbramiento es como volver siempre a mis días felices con vos claro y me muestran las verdades sabes ? hay días que me gustaría entrar como las lagañas a tus ojos y aún más adentro para saber como miras el mundo seguro que es más perfumoso así o más tibia la cama o sin platos rotos la mesa o el mate te lo preparan seguro que desde tu mirada desde tus ojos terriblemente asustados por tu mortalidad pueda ver el verdadero color de las cosas o el arcoíris del que todos hablan yo solo veo sol u oscuridad nocturna soy así de dogmático no hay tales puntos medios o me enamoro o no te presto atención así un poco me lo digo a mi mismo para pensarme y repensar el concepto de verte desde mis ojos tristes y enamorados y desde el ayer y desde un futuro no sabría explicitar lo específico ya me afecta la vejez casi que recuerdo con el sentimiento porque sabes no tengo memoria ya voy cayendo al río y esto va a ser terrible por eso te escribo para que no sufras para que lo veas venir para que no me extrañes tanto y que mires al mundo con tu dulzura ya con eso alcanza con que te pares frente a un arbol y lo intimide con tu amor por las cosas de este mundo alcanza solo eso alcanza Te saludo atentamente.

todos estos nuevos días.

Acaso fue ese último trago del amargo mate el beso que compartimos?
Amargo? dulce?
Tenía miel ?
Cómo te nombre?
Te habré tocado el pelo? Lo tienes todavía?
A mí se me cae de a poco, te cuento.
A mí se me quiebra la voz y estoy envejeciendo de lo peor.
Tengo un nuevo grano, ya no molesta. Estoy viejo y ahora importan otras cuestiones.
Ahora escucho algo de música que sólo se escucha en películas, te cuento.
No me impresionan los grandes detalles en cuestiones del amor. Ya no hay señales.
Ya no creo en las sombras que en abril amanecían conmigo.

Ya tengo unos lentes que me dejan ver lo oscuro de la luz. Los uso asiduamente.
Te cuento.
No leo más esas novelas de los años veinte. Tan románticas. Tan rojas. Mi vista está desmejorada.
Mi madre ha muerto.
No encuentro su tumba y me refugio en esa choza, cualquiera. Creo que es la misma que la tuya, te cuento.
No camino las calles en las que torpemente algunas veces tropecé por no mirar el suelo, por animarme a levantar la cansada mirada.
Tengo las manos tajeadas, sólo me ocupo de limpiar su tumba, mi tumba, también, preparándome a un pronto y ágil nuevo entierro.

Otra lejanía

Pierdo nuevamente en el intento de asomarme.
Siento que esta partida es nuevamente un peso con el que tendré que cargar para siempre, por karma, por calma, por torpe.
Pienso.
No soy lo peor que me pasó ni tampoco lo peor que le pueda pasar a él pero igual el adiós se acerca:
Lo presiento.
Trabajaré en el desapego una vez más y renunciaré para siempre al amor.
Nunca me encontré ahí.
Un juego equivocado nuevamente.
El encierro.
La angustia que me hace temblar el estómago, no es frío. Es desolación.

Re naciendo

El amor hoy es una luz que entra por los frenéticos edificios de la zona céntrica.

Me ubico allí y vuelo alto en esas jirafas de cemento.

La luz ingresó en mi.

Casi no duermo ni estudio, escucho tus frases que me despiertan en mitad del reposo,  leo tu libros para aliviarte de las presiones intelectuales, me invento instrumentos a tocar para que no despertemos jamás con las bocinas del afuera, para que reposemos en un dulce piano, me hidrato a blancas bebidas para convencerme que estás conmigo en el mareo.

La oscuridad se alejó de mi.

No tendré el marco teórico ni las figuras esbeltas ni las sabidurías de lo antiguos ni la bella risa sonrisa de mis jóvenes tristes días ni tendré las chapas donde dormirte ni nada ni nadie ni tendré ahora un auto ni las enciclopedias aprendidas ni un té de verdes hierbas ni una yerba pero sí tendré mañana.

Con ansias espero esa salida.
Con locura histórica espero una respuesta.10_most_popular_romantic_paintings_on_the_internet5

Sin título

En medio de tu funeral te apareces como si devolviendo las culpas pudiese olvidar los mensajes no respondidos o las sinfonías que nunca descubrimos, como si realmente fuera contundentes, aunque graves, mis errores.

Te apareces de malestar

Te confías en tu palabra achatada.

Proverbio zonso que apenas pude enseñarte.

Madre mía que por huérfano no abandonas.

Liberame otra vez.